El 17 de octubre de 1985, el escritor e historiador jienense Rafael Ortega y Sagrista impartió el discurso de apertura del curso de ese año del Instituto de Estudios Giennenses (IEG) con un anhelo, un mosaico en la calle Campanas que recordara la estancia de Cristóbal Colón en la ciudad para entrevistarse con los Reyes Católicos. Casi 25 años después, su investigación sobre la visita del navegante italiano a Jaén, sigue formando parte de la Historia olvidada de la ciudad.
Ortega y Sagrista recopiló en su trabajo “Estancia de los Reyes Católicos y de Cristóbal Colón en Jaén el año de 1489” todos los datos sobre la presencia del almirante genovés en la ciudad y sacó a la luz pública que fue en la entrevista que mantuvo en agosto de 1489 con Isabel la Católica, la segunda documentada, en la que la Reina accedió a sufragar su empresa para establecer una nueva ruta hacia Las Indias por el oeste una vez que terminara la contienda “mora”.
De las tres estancias de los Reyes Católicos en Jaén, la de 1489 fue la más prolongada. La corte se estableció en la ciudad desde el 22 de mayo al 20 de octubre, cinco meses. Colón mantuvo su primera reunión con Isabel y Fernando el 20 de enero de 1486 en Alcalá de Henares. Allí les explicó su idea, que según recoge el historiador Juan Manzano en “Cristóbal Colón; siete años decisivos en su vida: 1485-1492”, fue tachada de disparatada. Sin embargo, según la contabilidad real, el marino genovés recibió entre 1487 y 1488, en distintos pagos, 17.000 maravedíes. Colón fue terco y acompañó durante todos esos años a la corte real. Tras su intento fallido de financiar el viaje con la Corona de Portugal, Don Luis de Cerca, duque de Medina Sidonia, accedió a pagar el coste de la aventura, hecho que comunicó el duque en una misiva a la Reina Isabel. Tras recibir la noticia, el 12 de mayo de 1489, los Reyes Católicos firman una Real Cédula en la que ordenaban a todas las ventas y ayuntamientos que dieran posada, fonda y víveres al genovés para que Colón pudiera llegar a la ciudad del Santo Rostro desde La Rábida.
El 22 de mayo de 1489 los Reyes se establecen en el antiguo palacio episcopal del obispo Luis Osorio, que estaba situado en la actual calle Campanas, esquina con la calle Mesón de la Parra, actual calle Cerón. El 27 de mayo Fernando el Católico parte al sitio de Baza y queda sola la reina Isabel en Jaén. Ortega y Sagrista estima que Cristóbal Colón llega a la ciudad a principios de junio, pero la reina no lo recibirá hasta agosto, por diversas circunstancias. Durante ese tiempo se desconoce dónde se alojó Colón, pero el historiador jienense baraja dos posibilidades: como quiera que la cédula le daba derecho a alojamiento y manutención en posadas, el almirante podría haber elegido esta opción en algunas de las que albergaba la ciudad, que por aquel tiempo contaba con 15.000 habitantes y que andaba revolucionada con la llegada de la corte; la otra posibilidad es que teniendo en cuenta su buena relación con los franciscanos de La Rábida, especialmente con Fray Luis Pérez de Marchena, éste mediara para que se hospedara en el convento de San Francisco, actual palacio de la Diputación Provincial de Jaén y a sólo unos pasos de la residencia real.
Finalmente, Isabel la Católica recibe a Colón en la primera quincena de agosto, si bien se desconoce la fecha exacta. Sí recogen las crónicas y distintos historiadores que la monarca accedió a sufragar el viaje, “en acabando la guerra que tenían entre manos” (López de Gómara), por lo que Ortega y Sagrista siempre reivindicó que Jaén fuese un lugar colombino más.
Raúl Beltrán
02/05/2012 22:05
VIVAJAEN
Ortega y Sagrista recopiló en su trabajo “Estancia de los Reyes Católicos y de Cristóbal Colón en Jaén el año de 1489” todos los datos sobre la presencia del almirante genovés en la ciudad y sacó a la luz pública que fue en la entrevista que mantuvo en agosto de 1489 con Isabel la Católica, la segunda documentada, en la que la Reina accedió a sufragar su empresa para establecer una nueva ruta hacia Las Indias por el oeste una vez que terminara la contienda “mora”.
De las tres estancias de los Reyes Católicos en Jaén, la de 1489 fue la más prolongada. La corte se estableció en la ciudad desde el 22 de mayo al 20 de octubre, cinco meses. Colón mantuvo su primera reunión con Isabel y Fernando el 20 de enero de 1486 en Alcalá de Henares. Allí les explicó su idea, que según recoge el historiador Juan Manzano en “Cristóbal Colón; siete años decisivos en su vida: 1485-1492”, fue tachada de disparatada. Sin embargo, según la contabilidad real, el marino genovés recibió entre 1487 y 1488, en distintos pagos, 17.000 maravedíes. Colón fue terco y acompañó durante todos esos años a la corte real. Tras su intento fallido de financiar el viaje con la Corona de Portugal, Don Luis de Cerca, duque de Medina Sidonia, accedió a pagar el coste de la aventura, hecho que comunicó el duque en una misiva a la Reina Isabel. Tras recibir la noticia, el 12 de mayo de 1489, los Reyes Católicos firman una Real Cédula en la que ordenaban a todas las ventas y ayuntamientos que dieran posada, fonda y víveres al genovés para que Colón pudiera llegar a la ciudad del Santo Rostro desde La Rábida.
El 22 de mayo de 1489 los Reyes se establecen en el antiguo palacio episcopal del obispo Luis Osorio, que estaba situado en la actual calle Campanas, esquina con la calle Mesón de la Parra, actual calle Cerón. El 27 de mayo Fernando el Católico parte al sitio de Baza y queda sola la reina Isabel en Jaén. Ortega y Sagrista estima que Cristóbal Colón llega a la ciudad a principios de junio, pero la reina no lo recibirá hasta agosto, por diversas circunstancias. Durante ese tiempo se desconoce dónde se alojó Colón, pero el historiador jienense baraja dos posibilidades: como quiera que la cédula le daba derecho a alojamiento y manutención en posadas, el almirante podría haber elegido esta opción en algunas de las que albergaba la ciudad, que por aquel tiempo contaba con 15.000 habitantes y que andaba revolucionada con la llegada de la corte; la otra posibilidad es que teniendo en cuenta su buena relación con los franciscanos de La Rábida, especialmente con Fray Luis Pérez de Marchena, éste mediara para que se hospedara en el convento de San Francisco, actual palacio de la Diputación Provincial de Jaén y a sólo unos pasos de la residencia real.
Finalmente, Isabel la Católica recibe a Colón en la primera quincena de agosto, si bien se desconoce la fecha exacta. Sí recogen las crónicas y distintos historiadores que la monarca accedió a sufragar el viaje, “en acabando la guerra que tenían entre manos” (López de Gómara), por lo que Ortega y Sagrista siempre reivindicó que Jaén fuese un lugar colombino más.
Raúl Beltrán
02/05/2012 22:05
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