jueves, 10 de octubre de 2013

Enrique IV. El primer y único príncipe de Jaén

Enrique nació en la desaparecida Casa de las Aldabas de la calle Teresa Gil de Valladolid. Al nacer, Castilla se encontraba bajo el control de Álvaro de Luna, que intentó controlar las compañías y educación de Enrique. Entre los compañeros de su juventud se contaba Juan Pacheco, que sería su hombre de confianza. Las luchas, reconciliaciones e intrigas por el poder entre los diversos nobles, el condestable Álvaro de Luna y los Infantes de Aragón serían una constante.

En abril de 1425, tres meses después de su nacimiento, Enrique sería jurado como Príncipe de Asturias. Así mismo el 10 de octubre de 1444 se convierte en el primer, y único, príncipe de Jaén. En 1445 riñó la batalla de Olmedo, en la que saldría derrotado el bando de los Infantes de Aragón.
Este personaje, hasta hora el único Príncipe de Asturias que ha utilizado el título de Príncipe de Jaén, es un personaje peculiar en la historia de España, conocido como Enrique IV el Impotente, y ahora mucho más conocido a nivel popular como personaje en la serie de Televisión Española Isabel, centrada en la temporada pasada en el enfrentamiento entre el entonces rey y su hermana la princesa Isabel.
Aunque no ha tenido un uso prolongado en el tiempo, el título de Príncipe de Jaén sigue unido al Principado de Asturias y el actual titular, Felipe de Borbón, podría utilizarlo si quisiera hacerlo.
En la revista cultural Don Lope de Sosa (1913-1930), creada por el Cronista oficial de la provincia de Jaén, D. Alfredo Cazabán Laguna (1870-1929) se menciona en un artículo la creación del principado de Jaén por el rey Juan II (10 de octubre de 1444) para intentar restablecer el orden provocado por una revuelta nobiliaria en Baeza, que afectó a toda la provincia y que enfrentó al obispo D. Gonzalo de Zúñiga con esta ciudad. El principado fue dado a su hijo heredero Enrique quien en 1444 se tituló príncipe de Asturias y de Jaén. Con su subida al trono la situación en la provincia se estabiliza y el principado se deroga.
Cuartillo de Enrique IV acuñado en Jaén.
Reino de Jaén
El reino de Jaén fue una jurisdicción territorial o provincia de la Corona de Castilla desde la reconquista hasta la división territorial de España en 1833. Conocido como el "Santo Reino", comprendió un territorio que coincide aproximadamente con la actual provincia de Jaén y fue uno de los cuatro reinos de Andalucía. Las localidades que lo componían según el Catastro de Ensenada pueden verse en el anexo Localidades del Reino de Jaén.
Tras la reconquista del territorio, la primera idea de la monarquía castellana fue crear un reino en torno a Baeza, lo que hubiera dado continuidad a la Taifa de Baeza y hubiera servido para restaurar la desaparecida diócesis de Cástulo-Baeza. Sin embargo, finalmente se eligió Jaén, que anteriormente había sido capital de la Taifa de Jaén. Los principales concejos del reino de Jaén fueron Andújar, Úbeda, Baeza, Martos, Cazorla y Alcalá la Real.
Desde el punto de vista jurisdiccional el territorio del reino de Jaén era tanto realengo como señorial, existiendo en él señoríos tanto laicos como eclesiásticos. Entre los primeros se encontraban los territorios de la Casa de Santisteban del Puerto, la Casa de Alburquerque, la Casa de los Cobos y de la Casa de Arcos. Entre los segundos estaban el Adelantamiento de Cazorla y la Encomienda de Martos, propiedad del Obispado de Toledo y de la Orden de Calatrava respectivamente, así como Albanchez, de la Orden de Santiago.
El Reino de Jaén poseía dos exclaves territoriales situados en el Reino de Córdoba, que eran Belmez y Villafranca de Córdoba. Por el contrario, el Reino de Granada tenía un enclave en el Reino de Jaén, formado por Bélmez de la Moraleda y Solera.


Nombrado Príncipe de Jaén Enrique IV, en el siglo XVIII en territorios del reino de Jaén se fundaron las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, mientras que en los reinos de Córdoba y Sevilla se crearon las de Andalucía.
En 1833, tras 587 años de existencia, el Real Decreto de 30 de noviembre suprimió el reino de Jaén, creándose la actual provincia de Jaén, que se formó uniendo las localidades del reino homónimo, algunas localidades del reino de Murcia, y dos poblaciones que hasta entonces pertenecían a La Mancha: Beas de Segura y Chiclana de Segura. Los lugares del reino de Murcia que se incorporaron a Jaén fueron Benatae, Génave, Orcera, Santiago de la Espada, Segura de la Sierra (con los agregados de La Puerta y de Bujaraiza), Siles, Torres y Villarrodrigo. Además, la nueva provincia incorporó los dos enclaves del reino de Granada que existían en el reino de Jaén: Bélmez de la Moraleda y Solera, que era un municipio independiente (hoy integrado en el de Huelma). Actualmente la provincia está compuesta por los municipios que pueden verse en el anexo Municipios de la provincia de Jaén.

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