miércoles, 31 de julio de 2013

La huella judía

Tanto bajo dominación islámica como cristiana, durante toda la Edad Media existió en Jaén una nutrida población judía, que dio lugar a la existencia de una aljama que debió contar con sus edificios comunales tales como sinagogas, baños rituales, taberna para el vino judáico, etc. En realidad la presencia judía se documenta ya en el año 612, pero será a partir del siglo X, con el nacimiento en la ciudad del célebre cortesano judío Hasday ibn Shaprut, cuando la judería jiennense realmente alcanzará su esplendor. Ya el padre de Hasday, Isaac ibn Shaprut, había fundado una sinagoga en su ciudad natal y era mecenas de artistas locales.
Bajo dominación castellana la judería tendrá gran importancia bajo los reinados de Fernando III el Santo y de Alfonso X, sufriendo diversos altibajos hasta llegar a las graves persecuciones contra los judíos de 1391 y a la creación del tercer tribunal de la Inquisición de España en el reino de Jaén en el año 1483. Este tribunal se estableció en el corazón del que fuera antiguo barrio judío.
A pesar de las persecuciones, se documentan prácticas judaizantes hasta bien entrado el siglo XVIII y todavía entre los descendientes de los judíos expulsados del país, se conservan apellidos familiares con tradición de ser originarios de la ciudad, tales como Marrache, Dayan y el apellido "Jaén" en sus diferentes variantes en judeoespañol: Djaen, Djain, D´jaen y Kaen (este último solo en Turquía). El barrio judío se encuentra actualmente pendiente de un proyecto de rehabilitación integral y la ciudad es miembro de pleno derecho de la Red de Juderías de España "Caminos de Sefarad". Desde el año 2011 la ciudad es sede regional de la Casa de Sefarad-Israel.

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