Leyenda muy arraigada a la ciudad concierne a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Cuenta la leyenda que un anciano fue acogido durante una noche en una casería a las afueras de la ciudad, y al ver un grueso tronco de olivo a la entrada dijo a los dueños que «buen nazareno saldría de ahí». Ante el comentario del anciano, le preguntaron «¿usted sería capaz de hacerlo?», él asintió y pidió únicamente que lo dejaran trabajar a solas en una habitación sin herramienta alguna, pues no tenía necesidad de ellas.
Los sorprendidos dueños accedieron a tan singular petición y dejaron al abuelo a solas con el tronco de olivo. Pasaron las horas y ningún ruido salía de la habitación. Preocupados, tocaron a la puerta por si le había pasado algo y al no obtener respuesta decidieron entrar... en la habitación no había rastro del abuelo y en lugar del tronco de olivo se encontraba ésta hermosa talla de cuerpo completo del nazareno. De ahí viene el nombre de esta procesión, conocida como "El Abuelo".
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